Aprovechando el vínculo de La Cabina con València Capital Mundial del Diseño 2022 (WDC 2022), hemos pensado en hablar con su director general. Da la casualidad de que Xavi Calvo, además, es parte de la historia más reciente del festival y pieza fundamental en los primeros pasos del Premio al Mejor Cartel que se instauró en la edición de 2016. En aquel entonces él fue jurado de ese premio. No digáis que no es la excusa perfecta para hacer balance de estos cinco años de una decisión pionera con una de las voces más autorizadas que se pueden encontrar hoy en día sobre diseño y comunicación.

En 2016 se creó el Premio al Mejor Cartel. ¿Cómo valoras la creación de la categoría con respecto al reconocimiento del diseño?
Definitivamente positivo, una alianza entre cine y diseño que demuestra un gran aporte cultural. Al diseño le sirve este reconocimiento además para entenderse como una disciplina necesaria en la industria en general y de manera transversal.

Es una buena noticia, tanto para València Capital del Disseny, como para el diseño en general, que se consolide este premio, ¿no?
La Cabina fue pionera en este terreno, el de incluir el diseño en el palmarés de un festival de cine, y que se consolide supone una reivindicación de peso por lo que debería ser algo normal.

Es algo, además, que viviste muy de cerca. ¿Cómo recuerdas tus participaciones como jurado?
Era un territorio virgen, acostumbrado a jurados o certámentes de diseño para diseñadores donde ves una y otra vez las mismas candidaturas, en La Cabina nos enfrentábamos a piezas que no habíamos visto antes y cuyos autores desconocíamos, con una interesantísima variedad cultural. Era emocionante descubrir tantos diseños por primera vez.

¿Recuerdas algún cartel en particular que te impactara (para bien o para mal)?
Para bien, para bien. El ganador del primer año en el que hubo premio al Mejor Cartel (‘Limbo’, de Antonis Kalagkatsis), recuerdo incluso cómo lo tratamos desde la sala de La Nau en la que estábamos reunidos.

 

 

Además, claro, en 2011 Estudio Menta se encargó de los carteles del festival. ¿Cómo fue aquel proyecto?
Ya lo hemos contado en alguna conferencia, con lo que soy totalmente sincero al repetir que aquél encargo supuso uno de los mejores casos que tuvimos en el estudio. Era un auténtico reto, tratar el cartel de La Cabina como una solución desde el diseño y no desde la ilustración como se venía haciendo, ya que necesitábamos un discurso, un relato con el que explicásemos qué era un mediometraje, para además servir de herramienta promocional al festival. Es decir, un trabajo de didáctica y de reclamo. Hace una década ya, y estamos muy satisfechos del resultado.

Desde tu amplísima experiencia en diseño gráfico y comunicación, ¿cómo valoras el trabajo del festival en lo que respecta a su imagen?
Teniendo en cuenta que la presentación año tras año del cartel ya es un evento en la agenda y que levanta muchísima expectación, ya no es mi valoración, sino que objetivamente se están haciendo las cosas muy bien en ese sentido. Como diseñador, contentísimo de que se consolide este cuidado desde la cultura por el diseño de un formato tan bonito como el cartel.

¿Tienes algún cartel favorito (de La Cabina, no de películas)?
¡Qué difícil! Es como entrar a escoger entre todo un museo de la ilustración.

¿Crees que en el cine se valora suficiente el diseño?
No. Sin embargo es una reivindicación que cala mucho desde la didáctica. Cuando explicamos todo el valor que aporta el buen diseño de un cartel a una película, no sólo como promoción sino para generar un imaginario e introducir parte de la historia al espectador, suele entenderse fácilmente. En nuestro país aún no hay una cultura del diseño que permita valorar de primeras este tipo de trabajos, pero estamos avanzando mucho.

Por último, ¿qué le dirías a alguien que ha entrado a la web del festival y, leyendo esta entrevista, se pregunta qué es València Capital del Disseny?
València Capital Mundial del Diseño 2022 es un programa muy didáctico de actividades y proyectos alrededor del diseño para precisamente contribuir a una cultura general en diseño, pero es también una oportunidad para muchos sectores para contar cómo son más competitivos gracias al diseño, y supone además un momento clave para que la administración pública desarrolle estrategias urbanas, de sostenibilidad, de turismo, de comercio o de igualdad para aplicar el diseño contribuyendo a hacernos la vida mejor a la ciudadanía.