Otra de las grandes presentaciones de La Cabina fue la que el director Milad Alami hizo ayer de su controvertido mediometraje Nada puede tocarme, trabajo que realizó como proyecto de graduación en la National Film School de Dinamarca.
Milad Alami nos comentó que la idea inicial del mediometraje era muy diferente, y que tras presentarla por primera vez a los profesores de la escuela de cine, le hicieron ver que tenía muchas semejanzas con la película Fish Tank, que el propio director por aquel entonces desconocía. A partir de ese momento debía reinventar la historia.
Gracias al interés del productor por los recientes fenómenos de tiroteos en los institutos y la casualidad de conocer a una chica que había resultado superviviente en uno de dichos tiroteos, decidieron continuar con parte de la idea inicial pero dándole un enfoque completamente distinto.
Para ello tomó prestada la idea del personaje protagonista de Fish Tank, ya que seguía atrayéndole la idea de la identificación de una adolescente solitaria con la nueva trama argumental, y construyó una historia donde presentar los aspectos positivos y negativos de cada uno de los personajes. Este tipo de creación le interesa especialmente porque le permite al espectador un margen de libre interpretación, donde cada uno puede identificarse con unos u otros aspectos de los diferentes protagonistas.
El director danés es muy consciente de la polémica resultante de su mediometraje, incluso en un principio en algunas escuelas lo censuraron por considerarlo demasiado provocativo, incluso peligroso. Pero como muy bien nos explicó ayer, no hablar de algo no evita que siga sucediendo. En ocasiones la mejor manera de concienciar es exponer el tema, crear un debate donde poder enseñarles a los jóvenes las múltiples caras de un problema que puede ir más allá de una mente sociópata.
Nos contó que tardaron 3 meses y probaron a 70 chicas antes de elegir a la protagonista. Pero que una vez se presentó, tardaron 30 segundos en darle el papel. Para el protagonista masculino probaron 65 chicos. Ninguno de ellos tenía experiencia en el cine.
El principal objetivo de Milad Alami ha sido siempre el de crear una historia que pueda enseñar algo al espectador, que le muestre cosas para las que incluso pueda no estar preparado, pero que permita una reflexión y un posterior diálogo donde intercambiar opiniones y esclarecer diferentes puntos de vista.
De ahí que en la actualidad su mediometraje se proyecte en numerosas escuelas de Dinamarca con fines educativos, generando charlas y coloquios que en lugar de esconder un problema social real, permite a los estudiantes hablar sobre ello, exponer sus ideas, sus inquietudes, sus miedos, y sobre todo, aprender a prevenir este tipo de situaciones que por desgracia, han proliferado en exceso en los últimos años.
Milad Alami está preparando otro mediometraje para enero y espera poder realizar un largometraje el año próximo.