Una joven mujer despierta una mañana con un único deseo: no volver a casa. Se sube a un taxi y deambula por Taipei hasta que cae la noche. No quiere regresar a su hogar.
El hombre que conduce sin rumbo se convertirá en el cómplice de una huída hacia delante que Shih Li, responsable de este mediometraje de 35 minutos, acaricia con su cámara.
Sutil y leve pero severa, esta película es un canto a la vida, lo que siempre conlleva alguna que otra decisión importante como la de quedarse o partir; despertar o seguir durmiendo.
Sin retorno formará parte en noviembre de la Sección Oficial en la V Edición del Festival Internacional de Mediometrajes ‘La Cabina’ de Valencia.