¿Cómo hablar de sexo libremente, en 1930, siendo católico? Desde que el apóstol Pablo impartiese sus ortodoxas enseñanzas, la Iglesia se ocupó de catalogar las prácticas sexuales, de establecer métodos para controlar las pulsiones, de advertir sobre los peligros de la carne, enemigos antiguos de Dios. Los clérigos se convirtieron en los máximos depositarios de las dudas de los inocentes feligreses que deseaban conciliar la moral católica con la vida conyugal.
Tradicionalmente, el secreto se susurraba en la oscuridad del confesionario. Tras una celosía, se esperaba en silencio la sentencia de una silueta parlante. Más tarde se pasaría a los consultorios radiofónicos o televisivos, como Querida Doña Elena, exitoso programa de RTVE en el que los oyentes buscaban el consejo de Elena Francis a través de las ondas. Estuvo en antena de 1947 a 1984.
Sin embargo, entre 1925 y 1940 un grupo de hombres y mujeres mantuvo correspondencia con el padre Viollet. Una gran suerte, pues Jean Viollet, además de luchar por las garantías sociales de la Francia de su tiempo y participar activamente en la resistencia francesa en la Segunda Guerra Mundial, intentó desterrar de la estricta moral católica de entreguerras los tabúes sexuales y los temores de los parroquianos de arriesgar su salvación eterna a cambio de cumplir con las responsabilidades propias del matrimonio.
Estos son los hombres y mujeres de Querido Padre (Monsieur l’Abbé , 2010), a los que su directora, Blandine Lenoir, rinde un homenaje en apenas 35 minutos. En esta película veremos cómo cada uno de los personajes recita fragmentos epistolares dirigidos a Monsieur l’Abbé Viollet mirando a los ojos del espectador, con cierto pudor pero siempre con una nota de sarcasmo.
Bajo una trabajadísima dirección artística, Blandine Lenoir ha cuidado uno a uno los detalles de su mediometraje e invita al espectador a invadir la intimidad del hogar de estos hombres y mujeres atormentados todavía por la llegada del Juicio Final.
Lenoir hizo su primera aparición ante la cámara con sólo quince años. Tras una prolífica carrera de actriz, dirigió su primer cortometraje: Avec Marinette (2000), al que siguió Pas de Pitié (2002), Dans tes rèves (2003) o Ma culotte (2006). Actualmente prepara La cardinale, su primer largometraje.
Querido Padre obtuvo cuatro galardones en la 14ª edición de la Nuit des Lutins: Lutin a la mejor fotografía, al mejor vestuario, a la mejor escenografía y decorados y al mejor film. Además, estuvo nominada en la pasada edición de los César como mejor cortometraje.
Esta película formará parte de la Sección Oficial en la IV edición del Festival Internacional de Mediometrajes La Cabina que se celebrará del 4 al 13 de noviembre de 2011. Se proyectará en el IVAM (C/ Guillén de Castro, 118. Valencia) el sábado 5 y el jueves 10. Los horarios y toda la información acerca de la IV edición de La Cabina los podéis encontrar en www.lacabina.es