Antti Heikki fue el viernes uno de los culpables del gran éxito de la gala de inauguración de La Cabina 2013. En ella, Pesonen presentó su mediometraje “Korsoteoria”, su trabajo de tesis para la Escuela de Dirección de Cine de Helsinki, a una sala Luis García Berlanga en la que no cabía un alfiler.
“So it goes” (título inglés del film) cuenta la historia de Elli, una joven de la periferia de Helsinki que nunca a ha salido de su país y cuyo sueño es viajar y conocer mundo más allá del sombrío barrio que la rodea. Es una mujer fuerte, malcarada y negativa «pero cuando trabajas en un almacén como el del film, al final te conviertes» nos cuenta Pesonen, que trabajó de joven en unos grandes almacenes y sabe de lo que habla.
Malcarada hasta que conoce a Heze, un joven que se enamorará de ella y que, en el fondo, la hará cambiar: «En realidad es una película muy simple, ella es pesimista y fuerte y el débil y optimista, y con la dinámica entre ellos, nace un film como éste» nos dice, ya que a pesar de lo que parezca es una película «muy romántica, pero que parte de la base de coger a un personaje romántico y ponerlo en una mazmorra, gritando cosas románticas, que no se oyen en ningún sitio».
“Korsoteoria” es un título que alude al barrio en el que se desarrolla esta extraña historia de amor, el mismo en el que creció el director: «El barrio de Korso representa algo muy pesimista en Finlandia, algo negativo. Así que con esta película en realidad les hago una broma pesada a todos los finlandeses con un título como este».
El pesimismo como modo de ver la vida y la capacidad de burlarse de él es una de las marcas del cine finlandés y cuando pensamos en directores finlandeses, pensamos en Aki Kaurismäki, cuya influencia parece estar presente en el film: «He intentado, en realidad, distanciarme de los films de Kaurismäki porque como él es toda una personalidad en el cine finlandés, intentar emularlo es darse contra una pared» confesó Pesonen, ya que él quiere «hacer algo diferente, pero la naturaleza del humor finlandés es bastante negra y macabra y es normal que eso coincida con su cine».
Consciente del duro trabajo que puede resultar conseguir exportar films como el suyo, Antti se mostró muy feliz de haber llegado hasta Valencia, hasta un festival como La Cabina. Y eso le da ánimos para seguir con, por ejemplo, el guión de su primer largometraje, que prepara desde hace un año.
Texto: Francesc Miró
Foto: Ana Galán